sábado, 14 de febrero de 2009

Master en Economía: el misterio de la trinidad.

Yo en el supermercado sólo busco el mejor precio, sin preocuparme de lo que las empresas se ven obligadas a hacer para abaratar sus productos y conseguir la mejor oferta. Yo en el trabajo exijo lo básico: estabilidad, un horario que pueda compatibilizar con mi vida familiar y un sueldo que me dé para vivir holgadamente; y no me paro a pensar en los costes ni en qué tengan que hacer mis jefes para garantizarmelo. Y yo mismo, a los directivos de las empresas donde tengo mis ahorros en acciones y fondos de inversión, sólo les exijo rentabilidad y beneficios, y nunca me he interesado por las medidas que hayan tenido que tomar para aumentar esos beneficios que hacen que mis acciones suban.

Octavio Coll Jara